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Cinco formas de ahorrar en la compra semanal

16.09.2014 - 13:19 h. -


ÃLEX SEPÚLVEDA

Hoy en día todo el mundo intenta ahorrar dinero de alguna manera, pero muchas veces no sabemos cómo hacerlo ni por dónde empezar. Llevo muchos años desarrollando técnicas de ahorros sencillas para poder economizar un poco todos los días. La mayor fuente de gastos para la mayoría de los hogares españoles es la compra semanal, pero también es dónde más descuentos hay en todo el mercado. Por eso he decidido redactar de una vez la primera y verdadera guía del ahorro progresivo en la compra semanal, en 5 lecciones.

Lección 1: Encontrar descuentos
Hay descuentos escondidos por todas partes, sobre todo desde la llegada de la compra online – pero estamos tan saturados de publicidad que no prestamos atención y perdemos muchas oportunidades de ahorrar.
Las principales fuentes de cupones y descuentos son:
El periódico: muchos supermercados ofrecen cupones directamente en tu periódico semanal que puedes recortar y utilizar en tu compra semanal. ¡Cuidado con las fechas de caducidad! Suelen ser cupones limitados en el tiempo.
Página web de las marcas: no solemos pensar en visitar la tienda online de la marca (Pescanova, Don Simón, etc), sin embargo suele haber descuentos exclusivos interesantes.
En la factura de tu compra: ciertas tiendas ofrecen descuentos mensuales detrás del recibo, ¡así que cuidado a la hora de tirarlo!
En el supermercado: los supermercados suelen tener tarjetas de fidelidad y catálogos mensuales con descuentos a medida para ti.
Plataforma de cupones y descuentos: tienen reunidas las mejores ofertas y cupones del mercado en un momento dado, lo que te permite comparar cupones de manera fácil.


Lección 2: Organizar cupones
Ya tienes tus descuentos pero viene lo más difícil: ordenarlos para poder aprovecharlos todos. Ahorrarás tanto tiempo como dinero si encuentras alguna forma de organizarte. Abajo te facilito algunas propuestas de sistemas que funcionan bien para mí:
Por categoría: es la manera más fácil de organizar tus cupones. Tardarás más en organizarlos pero es más fácil a la hora de comprar. Paso unos 90 minutos por semana organizando cupones por categorías y una vez en el supermercado es simplemente cuestión de sacar mi archivador y cambiar de categoría al cambiar de sección.
Por fecha de caducidad: permite verificar rápidamente que no te has perdido ninguna oferta y eliminar los cupones caducados.
Por tiendas: evidentemente esta opción se vuelve necesaria solo cuando empiezas a tener muchos cupones de varias tiendas. Así no tienes que llevarte el archivador entero por cada compra, sino que coges los relevantes a la compra que vas a efectuar.

Lección 3 – Comprar con cupones
La primera compra con cupones puede ser estresante. ¿Cómo me verán la gente de la cola? ¿Funcionará? ¿Dónde están mis cupones? Todo es cuestión de organización.

1. Prepara tu compra antes de ir al supermercado
Solemos comprar lo mismo cada semana, con algún cambio puntual. Recomiendo para empezar hacer la lista de tu compra habitual:
Paso 1: Ordena los cupones para tus productos habituales.
Paso 2: Mira el resto de tus cupones (los que no son productos habituales) y decide si son relevantes para ti. Ejemplo: normalmente mi gato come bolitas, pero si tengo un cupón para tarrinas de paté, lo cambio esa semana y compro el paté. Sin embargo si no tengo gato, evidentemente este cupón no tiene interés.
Paso 3: Lee las condiciones. A veces los cupones tienen letra pequeña: comprar más de 100€, ofertas no acumulables, etc. Es imprescindible saberlo para evitar malas sorpresas al momento de pagar.
Paso 4: Calcula lo que te sueles gastar y lo que te vas a gastar con los cupones. Por ejemplo, si sueles gastar 100€/semana pero tu descuento requiere 200€ de compra, tienes que valorar si merece la pena.
Paso 5: ¡Sigue tu lista! Todos conocemos la situación: entrar a comprar espaguetis y llegar a casa con 50€ de compras, sin espaguetis. Así no se ahorra.

2. Elige el día y la hora de tu compra.
Como todo, el supermercado se llena a ciertos momentos del día y de la semana. Recomiendo no intentar canjear diez cupones en una compra de 200€ en las horas puntas: tendrás un cajero desagradable, una cola atascada, clientes frustrados y un estrés ampliado.
La mejor hora es entre las 14h y las 16h cuando la gente está comiendo, los niños están haciendo la siesta y los cajeros acaban de cambiar de turno.
Por cierto, recomiendo dejar los niños en casa: es una tarea larga y potencialmente estresante que requiere concentración si no quieres perder la cabeza.
3. Habla con el cajero
Recuerda, el cajero tiene la capacidad de hacerte la vida muy difícil en momentos como estos. Salúdale, sonríe, avisa que tienes cupones y que va a ser una compra larga. También recomiendo que pagues con tarjeta o cheque: es un proceso largo, no lo alargues contando cambio.

Lección 4: Almacenar tus compras
Siempre es útil tener una cantidad grande de productos que no caducan en tu casa. Personalmente intento siempre tener unos tres meses de margen, aunque no recomiendo tener productos a más de un año vista, por razones prácticas.
Rápidamente irás acordándote de los precios “normales†de tus productos habituales. Así podrás reconocer una oferta buena y empezarás a comprar al por mayor.
Almacenar tiene 4 ventajas principales:
En caso de un subidón de precios inesperado tienes margen de maniobra.
En caso de encontrarte de repente en paro ya tienes tus productos habituales almacenados.
En caso de un corte de electricidad, terremoto, ataque zombi u otro tipo de desastre, tendrás provisiones.
Siempre tienes de todo en tu reserva para cocinar.
Cosas en cuáles pensar antes de comprar al por mayor:
Determinar el espacio que tienes y qué cantidad de productos puedes almacenar.
Saber dónde poner objetos grandes (ej.: papel higiénico).
Medir tu congelador: los mejores descuentos suelen estar en la sección de congelados.
Saber lo que más consumes para determinar qué tipo de cosas comprar en cantidades grandes.
Si ves que tienes poco espacio, no empieces a almacenar: el estrés de tener 30 latas de maíz a punto de caer del armario es peor que el miedo al ataque zombi.

Lección 5: No se puede almacenar todo.

Algunos productos se almacenan mejor que otros.
1. Cereales y otros productos secos: Los productos más comunes para almacenar son los cereales y los productos secos (pastas, arroces, harina…). No suelen tener grandes descuentos pero si se quedan bien cerrados se mantienen hasta dos años sin problema. Siempre son cosas útiles para tener en casa.
2. Conservas y latas: evidentemente fueron inventados justamente para eso. Las latas y conservas se mantienen frescos varios años y vienen fenomenal en caso de desastre, para viajar o simplemente el día que no quieres cocinar.
3. Carnes y pescados: los mejores descuentos se encuentran siempre en las secciones de carnes y pescados, simplemente porque son productos frescos e intentan vender un máximo para no tirar nada. Para almacenar productos frescos el truco es filetear la carne y hacer “paquetitosâ€. De este modo es más fácil de guardar en el congelador y podrás descongelarlo poco a poco en lugar de tener que descongelar todo a la vez. Tienes la opción de congelar la carne o el pescado crudo o cocido, según lo que te resulte más cómodo.
4. Papeles: evidentemente productos cómo papel higiénico, papel de cocina o pañales no tienen fecha de caducidad, así que almacena tanto cómo te haga feliz. Sin embargo ten en cuenta que suele ocupar bastante espacio.
5. Productos de limpieza: al igual que los productos de papel, los productos de limpieza no suelen tener fecha de caducidad y se almacenan muy bien. Cuidado: la lejía caduca en sólo unos meses así que no compres más de la que necesites.
6. Aceites: el aceite de girasol se conserva sólo unos meses entonces no recomiendo almacenarlo. El aceite de oliva sin embargo se puede conservar hasta dos años si está almacenado sin abrir en un armario fresco y oscuro. Ten en cuenta que al cabo de un año empieza a perder sus propiedades curativas.
7. Especias: aunque pueda parecer interesante comprar especias al por mayor en lugar de los botes pequeños tan caros, las especias se secan al cabo de unos seis meses y pierden mucho sabor. No aconsejo comprar especias en grandes cantidades. Lo mismo digo de las nueces, que se hacen blandas en unos meses y pierden todas sus propiedades nutritivas.
8. Pan: el pan por supuesto no se puede comprar en grandes cantidades. Un trozo de pan se pone duro en unas horas. Personalmente suelo comprar pan por paquetes de tres y congelar dos para emergencias. Ocupa bastante espacio, así que con eso es suficiente.

Evidentemente todos estos consejos se tienen que coger con pinzas y adaptarlo ya que todo depende del propio consumo de tu familia y del espacio que tienes.
Sin embargo con estas 5 lecciones ya te has sumergido en el buen camino para empezar a ahorrar en tu compra semanal. En poco tiempo empezarás a ver los resultados de tus esfuerzos.

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