Los dientes pueden volverse amarillos con el tiempo por diversas razones, como el envejecimiento, factores hereditarios o una mala higiene dental. También influyen el consumo excesivo de té, café o tabaco.
A menudo, las personas buscan tratamiento profesional para eliminar las manchas y el tono amarillento de sus dientes, pero esos tratamientos suelen llevar tiempo y a menudo son muy costosos. Para aquellos que no puedan o no quieran invertir una pequeña fortuna en sus dientes, aquí van algunos remedios caseros para blanquear los dientes sin gastar demasiado. Hemos seleccionado los remedios que se basaban en productos que es fácil tener en casa, aunque existen otros como el carbón vegetal o la margosa que también ayudarían en nuestro propósito.
El bicarbonato de socio es uno de los mejores ingredientes que pueden utilizarse para deshacerse de los dientes amarillos. Ayuda a eliminar la placa y consigue que los dientes luzcan más blancos y brillantes. Para ello sólo necesitas mezclar un cuarto de cucharadita de bicarbonato de sodio con un poco de pasta de dientes a la hora de cepillarlos y enjuagar con agua tibia. Hacer esto una o dos veces a la semana. Como complemento, podemos frotar nuestros dientes durante un par de minutos con bicarbonato de sodio diluido. Podemos hacer esto dos veces la primera semana, y luego cada 15 días. Hay que tener en cuenta que su uso excesivo no es recomendable y puede pelar los dientes de su esmalte natural.
Otro truco es frotar los dientes con cáscara de naranja fresca. La vitamina C combatirá los microorganismos durante la noche. Podemos hacer esto todas las noches antes de ir a dormir después de lavarnos los dientes.
La fresa también contiene altas dosis de vitamina C y puede ayudarnos a reducir el color amarillento de nuestros dientes. En este caso, tritura las fresas hasta que quede una pasta y frótala sobre los dientes con suavidad. Realiza esto dos veces al día durante unas semanas y verás como el tono amarillento se va desvaneciendo.
Hacer gárgaras con zumo de limón también es un remedio casero contra el color amarillento. Si además limpiamos con cáscara de limón nuestros dientes (igual que se ha explicado con la de naranja), el efecto será más rápido.