Seguramente alguna vez habrás escuchado que es recomendable lavar la ropa antes de utilizarla por primera vez después de comprarla. La lógica dicta que este paso no sería necesario ya que, en teoría, las prendas nuevas vienen directamente desde la tienda. Pero lo cierto es que es recomendable meterlas en la lavadora antes de ponérselas, y la explicación está muy relacionada con el proceso de fabricación.
Hasta que llega a nuestras manos, la ropa hace un largo recorrido. Los distintos tejidos son sometidos a procesos químicos con el objetivo de potenciar sus características o colores, según afirma la Agencia Europea de Sustancias Químicas (ECHA). Estos procesos incluyen que las prendas entren en contacto con biocidas o hidrófugos, entre otros. Algunos estudios han relacionado estos productos con el riesgo de padecer dermatitis alérgica, como el elaborado por la Universidad de Estocolmo.
Los distintos tejidos son sometidos a procesos químicos para potenciar sus características o colores
La recomendación general es que, en la medida de lo posible, antes de utilizar la ropa por primera vez se la meta en la lavadora por lo menos en una ocasión, para eliminar la mayor cantidad posible de estas sustancias que pueden estar presentes en ella. Este consejo es especialmente relevante en lo que respecta a la ropa de bebé, aunque generalmente los procesos utilizados en ésta son menos agresivos.