Hacerse un café y tomarlo en una de las tazas de la oficina podría no ser muy buena idea. Puede que sea más barato que bajar al bar a comprarlo, pero un reciente estudio asegura que el 90 % de las tazas en las oficinas están cubiertas de gérmenes, y un 20 % de ellas presentan restos residuales de materia fecal.
Según publican ' Metro' y ' News.com.au', el Dr. Gerba, profesor de microbiología ambiental en la Universidad de Arizona, explicó que las esponjas con las que se limpia la vajilla en las oficinas son las responsables. Aseguró que un 20 % de las tazas presentaban gérmenes antes de ser utilizadas, y un 100 % los presentaban después de ser utilizadas y lavadas con la esponja o trapos de las oficinas.
Estos datos alertan sobre las condiciones de insalubridad en las cocinas de las oficinas. Por ello podría ser una buena idea bajar a comprar el café para llevar a un bar de la zona, o al menos traer a diario una taza propia para tomar café y llevarla de nuevo a casa la terminar la jornada para limpiarla en el domicilio.