Millones de personas toman algún medicamento con regularidad, y existe una gran cantidad de gente que combinan varios de ellos al mismo tiempo. Pero algunas mezclas pueden suponer un alto riesgo para la salud e incluso terminar con fatales resultados, aunque la mayoría de personas lo desconocen.
Por ello, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), responsable de la regulación de alimentos, fármacos y cosméticos en el país americano, ha alertado del peligro mediante un comunicado en el que también ha exigido cambios en el etiquetado de algunos analgésicos opioides y medicamentos benzodiacepinas. Desde la FDA sostienen que el consumidor debe ser consciente y estar advertido del riesgo que supone combinar ciertos tipos de fármacos. Estos son cinco ejemplos de combinaciones que no deben realizarse nunca.
Los analgésicos opioides y los relajantes musculares afecta a la función respiratoria de los pacientes que los consumen. Puesto que ambos fármacos disminuyen los niveles de respiración, nunca deben ser combinados ya que el efecto potenciador pordría comprometer seriamente la salud del paciente.
La warfarina es un medicamento anticoagulante oral que se usa para prevenir la formación de trombos y émbolos. Inhibe la producción de factores de coagulación, reduciendo la capacidad de la sangre para coagular. La aspirina se utiliza como medicamento para tratar el dolor (analgésico), la fiebre (antipirético) y la inflamación (antiinflamatorio), pero también afecta a la capacidad de coagulación de la sangre por lo que combinarlos podría provocar desde problemas de sangrado hasta hemorragias severas.
Los betabloqueantes son un tipo de medicamento usado en varias afecciones, en particular en el tratamiento de los trastornos del ritmo cardíaco y en la cardioprotección posterior a un infarto de miocardio. Se usan para controlar la presión arterial, pero de combinarlos con insulina potencian la hipoglucemia, pudiendo causar graves daños a las personas que sufren de diabetes y los toman.
Si combinamos antiepilépticos y antifúngicos, corremos el riesgo de que se inhiba la degradación del antiepiléptico en el hígado, lo que podría llevarnos a tener síntomas que van desde el mareo, ataxia, alteraciones mentales y motoras, y hasta amnesia.
El riesgo que conlleva tomar dos medicamentos que realizan la misma función es que se consigan unos resultados más fuertes de los esperados. Por ejemplo, tomar dos medicamentos para para la presión arterial podría causar una fuerte hipotensión en los pacientes. Aunque no ocurre con todos los fármacos, los expertos recomiendan consultar con un médico antes de tomar varios medicamentos juntos, incluso si son muy parecidos y pensamos que no pueden hacernos daño.