La Vegas es famosa en todo el mundo por sus casinos, sus bodas express -que se celebran las 24 horas del día- y sus lujosos hoteles. Esta ciudad norteamericana cuenta con centenares de ellos, destinados a albergar a los millones de turistas que la visitan cada año. Según ' Las Vegas Convention and Visitors Authority' (LVCVA), en 2016 pasaron por allí casi 43 millones de visitantes que se alojaron en las cerca de 150.000 habitaciones de hotel que hay distribuidas por la ciudad. La mayoría de ellos, presumiblemente, para apostar en los casinos: según los cálculos de la LVCVA, la media de presupuesto para el juego de cada turista se situó en 619 dólares el pasado año.
En la mayoría de los hoteles y moteles de Las Vegas las ventanas no pueden abrirse, y las que sí solo lo hacen entre 10 y 20 centímetros. Aunque esto también ocurre en algunos hoteles en el nuestro y otros países, en la famosa ciudad del estado de Nevada esta característica es casi una constante. Pero, ¿por qué?
La razón no es otra que prevenir accidentes y, sobre todo, evitar posibles suicidios. Porque en Las Vegas, famosa por sus casinos y considerada capital mundial del juego, tienen lugar pérdidas de sumas considerables de dinero provocadas por las apuestas, algo que ha elevado el índice de suicidios a uno de los más altos de los Estados Unidos.
Las pocas ventanas que se abren tan solo permiten la entrada de aire por un espacio reducido que permite que las estancias se aireen pero por el que no cabría una persona si ésta quisiera saltar al vacío.