¿Cuál es el origen de la expresión «ponerse las botas»?

De dónde viene esta forma coloquial de decir que alguien ha conseguido algo en abundancia

C. B.

Seguramente alguna vez habrás escuchado la expresión "ponerse la botas". Utilizamos esta forma coloquial, por ejemplo, para expresar que alguien ha comido mucho en un restaurante, y decimos que "se ha puesto las botas". Pero, ¿de dónde viene esta popular expresión?

La Real Academia de la Lengua Española (RAE) recoge esta expresión como "enriquecerse o lograr un provecho extraordinario". También como "aprovecharse extremadamente y muchas veces desconsideradamente de algo" y "hartarse de algo placentero".

El origen

Tal y como recoge la Fundación de la Lengua Española (citando a José M. Iribarren en su libro 'El porqué de los dichos'), se remonta al nacimiento de este tipo de calzado, ya que las botas -generalmente de cuero- eran una señal de que alguien tenía poder adquisitivo. Su uso se reservaba a las clases más altas y pudientes debido a tu alto coste, reservando otro tipo de calzado como las sandalias, alpargatas o zapatos para las clases más humildes.

En sus inicios, cuando se veía a una persona que calzaba botas se entendía que se trataba de alguien con dinero, que podía comprar muchas cosas o comer mucho. De ahí que en la actualidad se asocie con el hecho de conseguir algo en abundancia.