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Las abuelas tenían razón: remedios caseros que realmente funcionan

Tomar azúcar ayuda a eliminar el hipo.
Tomar azúcar ayuda a eliminar el hipo. / LP
  • Algunos de los trucos que nos recomendaban nuestras abuelas han resultado ser efectivos, según algunos estudios científicos

De los remedios de abuela siempre se ha comentado que no tenían sentido, pero esto solo era porque ellas no sabían las razones por las que los trucos funcionaban. Se limitaban a ponerlos en práctica y sabían que eran útiles, por lo que no se preocupaban de ahondar más allá en busca de explicaciones.

Heridas, dolor de cabeza, de barriga, tos... Nuestras abuelas tenían un remedio casero para todo. Lo cierto es que algunos de los trucos utilizados por nuestras abuelas han resultado ser efectivos, según algunos estudios científicos.

Es el caso, por ejemplo, del azúcar para curar el hipo. Aunque los remedios más conocidos suelen ser contener la respiración, llevarse un buen susto o beber agua al revés, lo cierto es que el pequeño truco del azúcar es mucho más sencillo y se ha comprobado que funciona. Al parecer, el sabor dulce alcanza a todos los receptores de sabor y nervios de la lengua y la boca, deteniendo de paso los espasmos.

Contra los mareos, la solución más rápida es chupar un limón. Aunque suene absurdo, funciona a la perfección, y es que el limón contiene una sustancia que sirve para detener las nauseas, el tanino. Esa sustancia está también presente en las aceitunas.

Otro caso interesante es el del yogur dietético para eliminar el mal aliento. Hay personas que tienen problemas con esto, y no consiguen deshacerse de la halitosis por muchas veces que se laven los dientes al día. Pues resulta que tomar yogur sin azúcar añadido es una buena -y cómoda- solución, ya que las bacterias que posee este tipo de yogur eliminan las bacterias causantes del mal aliento.

Lo de morder un lápiz para librarse del dolor de cabeza también tiene su parte de realidad. Si alguna vez empieza a dolerte y no tienes analgésicos a mano, puedes probar este truco: al poner un lápiz entre los dientes, los músculos que conectan la mandíbula se destensan favoreciendo la desaparición del dolor. Aunque funcional, la verdad es que podríamos poner cualquier objeto de dimensiones similares entre nuestros dientes y surtiría el mismo efecto, pero en parte nuestras abuelas tenían razón.

Por último, el truco de las abuelas contra las infecciones urinarias. Cuando padecemos una infección de este tipo es muy recomendable beber mucha agua, pero este truco va más allá: un líquido muy útil para librarse de esta molestia es el zumo de arándanos. Éste crea un nivel de PH en el que este tipo de bacterias no consiguen sobrevivir, ayudando a nuestro cuerpo a luchar contra la infección.