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6 hábitos que pensábamos que eran saludables pero que no lo son

6 hábitos que pensábamos que eran saludables y que no lo son
  • Aunque los creíamos saludables, lo cierto es que muchos no aportan ningún beneficio e incluso pueden llegar a ser perjudiciales

Seguro que has escuchado alguna vez por ahí eso que se dice de que “el estilo de vida es fundamental para mantenerse sano”. Es un mensaje que ha calado en nuestra sociedad, de hecho según los datos estadísticos un 44 % de la población asegura que para ellos, la salud es lo más importante. Para ello incorporamos a nuestras rutinas hábitos que consideramos sanos, saludables para nuestro cuerpo o que pensamos que nos aportan algún beneficio.

Pero lo cierto es que algunos de los hábitos más extendidos en la sociedad son un poco engañosos, ya que mucha gente piensa que son saludables pero en realidad no lo son tanto. Algunos simplemente no aportan ningún beneficio, mientras que otros pueden llegar a ser contraproducentes para nuestra salud. Estos son algunos de ellos:

Cenar solo fruta

En la lista de propósitos saludables, uno de los primeros puestos suele ocuparlos bajar de peso. Para ello son muchas las personas que optan por cambiar la cena por fruta, pensando que como aporta agua, hidratos de carbono, fibra, vitaminas y minerales debe ser saludable. Pero según los expertos, los hidratos de carbono son fuente natural de energía, por lo que es recomendable consumirlos cuando vamos a mantenernos activos y no cuando vamos a dormir. Cenar fruta puede hacer que durante la noche seamos más propensos a almacenar azúcares (como la fructosa que contiene la fruta), favoreciendo que se transformen en triglicéridos. Por eso cenar fruta es menos recomendable que tomarla para desayunar, merendar o durante las comidas a medio día.

Abusar de productos sin gluten

La moda de productos sin gluten no ha hecho más que crecer en los últimos años, y de hecho este tipo de productos son cada día más fáciles de encontrar y abundan más en los lineales de los supermercados. Pero los expertos recomiendan que no se deberían hacer modificaciones dietéticas sin consultar a los médicos, lo que incluye eliminar el gluten de la dieta. Aseguran que hacerlo podría derivar en dietas menos saludables, aumentando la ingesta de productos como quesos o carnes. Esto es especialmente peligroso si se trata de personas con problemas como la diabetes. Además de que una dieta sin gluten puede encarecer notablemente la cesta de la compra, por lo que si no necesitamos hacerlo por motivos de salud, puede ser hasta negativo para nuestro bolsillo.

Sustituir la leche de vaca

Con la edad es más común volverse intolerante a la lactosa, y hecho los alérgicos o intolerantes a ella son un colectivo cada día más numeroso. Pero los expertos alertan de que este hecho se esté convirtiendo en una moda, pues dejar de tomar leche puede suponer una privación de vitaminas innecesaria. Además, puede limitar la ingesta de calcio, muy importante para nuestros huesos. La leche es un producto muy rico en vitaminas que es difícil de sustituir por completo, aseguran los expertos.

Tomar solo leche desnatada

Mucha gente piensa que tomar productos lácteos desnatados, como la leche o los yogures, es más saludable. Pero algunos estudios han relacionado el consumo de lácteos ricos en grasa con un menor riesgo de desarrollar obesidad. Según dichos estudios, una explicación posible es que dichos productos resultan más saciantes, además de que los ácidos grasos de los lácteos son buenos para la regulación natural del peso.

Lavarse constantemente las manos con jabón antibacteriano

Se trata de un hábito cada vez más común, pese a que los expertos aseguran que la manera más eficaz de lavarse correctamente las manos solo necesita de agua y jabón. La creciente preocupación de contraer infecciones ha ido aumentando progresivamente la demanda de jabones antibacterianos, pero los expertos sostienen que además de no resultar útil, utilizarlos en exceso aumenta el riesgo de padecer o desarrollar alergias. Por otro lado, también favorece el desarrollo de bacterias resistentes a los antibióticos, según un estudio de la Universidad de Harvard.

Usar bastoncillos para limpiar los oídos

Es obvio que la suciedad excesiva en los oídos no es agradable, pero los expertos recomiendan no excederse en la limpieza de los mismos. Utilizar bastoncillos para los oídos no es recomendable, puede ser peligroso porque puede dañar el tímpano pero además puede hacer que en vez de limpiar estemos introduciendo la suciedad en nuestra oreja sin darnos cuenta. El cerumen es un mecanismo de protección natural que tiene nuestro cuerpo, pues nos protege de infecciones y tiene funciones bactericidas. Si en algún momento tenemos mucho, lo ideal es acudir a un médico especialista para que vea si todo está correctamente y nos retire el tapón en el caso de haberse formado uno.

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